Hace un año, aproximadamente por estas fechas, las socias de El Remolino poníamos en marcha un proyecto en común, repleto de ideas, expectativas, ilusiones, retos por conseguir…y sin apenas darnos cuenta, lo que creíamos que era nuestro se convirtió en algo con vida propia, un proyecto muy diferente al que imaginábamos con el que vamos fluyendo y creciendo conjuntamente.
Después de un año de vida, tenemos mucho trabajo por delante y muchos objetivos aún por conseguir. No obstante, creemos esencial que en un proyecto cooperativo es necesario dedicarle tiempo no solo al proyecto, sino a las personas que formamos parte de él. Sin unas bases claras, un sueño común y compartido entre todos los miembros, unos valores firmes y asentados en principios irrefutables, los proyectos comunes corren el riesgo de derrumbarse.
Gracias a que una de nuestras socias se está formando en Facilitación de Grupos, hemos encontrado una técnica muy interesante y no menos divertida que queremos compartir con nuestros lectores. Se trata del «DRAGON DREAMING». Aunque su nombre parezca algo extraño, no es más ni menos que una técnica de elaboración de proyectos al uso, pero que difiere de la tradicional técnica que no solo contempla los pasos necesarios para elaborarlo, sino que trabaja al mismo tiempo con el cuidado de las personas , es decir, que se sientan escuchadas y puedan expresarse en este proceso de elaboración de un proyecto común, y además utiliza una metodología muy dinámica y visual, facilitando que salgan ideas que a veces no encuentran una verbalización clara y partiendo siempre de unos principios muy lógicos y básicos.
Mantener un proyecto cooperativo vivo no es tarea fácil. Cada miembro es un mundo, con sus propia forma de sentir, pensar y percibir lo que les rodea. No es raro encontrarnos con que, a medida que va pasando el tiempo, los miembros de los equipos cambien sus ideas sobre qué quieren y cómo lo quieren conseguir, y esto puede abrir conflictos muy difíciles de resolver, ¿Quién lleva ahora la razón?¿ qué criterios se siguen para decidir que acción es la más correcta?. No se trata de que haya personas más o menos aptas dentro de los equipos, si no más bien de un proceso totalmente normal dentro de cualquier grupo.Si faltan buenos canales de comunicación, espacios de diálogos informales o momentos para celebrar logros grupales, aquellos proyectos cuyo objetivos no son tan facilmente alcanzables a corto plazo no llegarán: la desidia, la desmotivación o la desilusión acabará adentrándose en las dinámicas de trabajo.
Si quereis conocer un poco más, os dejamos más abajo un vídeo que nos explia muy bien en qué consiste.